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Plenario de Secretarios Generales y Delegados
Las cámaras empresarias exigen que firmemos casi 10 puntos por debajo de la pauta inflacionaria (43,9%), cuando la facturación de la industria farmacéutica aumentó en promedio un 54%. Sólo en un mes (entre septiembre y octubre), los precios de los medicamentos aumentaron un 26%. Es decir, quieren maximizar aún más sus ya extraordinarias ganancias a costa de nuestro básico de convenio. A la vez, se niegan a pagar el monto no remunerativo (que el año pasado fue de $6941.20), un derecho adquirido tras largos años de discusión paritaria.
Pretenden violar las leyes provinciales de profesionalidad, permitiendo que el personal jerárquico vuelva a realizar tareas de supervisión ingresando a los consultorios con el o la APM o realizando revisitas. Esto está expresamente regulado en dichas leyes: el personal jerárquico tiene su matrícula suspendida y por tanto no puede realizar tareas de promoción del medicamento. La industria farmacéutica, al introducir esta discusión en la ronda paritaria, muestra su pretensión de contar con nuestra complicidad para llevar adelante esta ilegalidad, que por supuesto para nosotros es inaceptable.
Por último, exigen que el sindicato reduzca su presencia. Quieren tener vía libre para violar las leyes de profesionalidad y para no tener interferencias a la hora de realizar despidos como consecuencia de fusiones y planes de achicamiento que ya tienen en carpeta.
Todas estas exigencias son inaceptables para los y las APM. Así lo demostró el plenario de Secretarios Generales y Delegados en el cual se votó por unanimidad rechazar la firma de cualquier acuerdo a la baja. Sabemos que nuestras propuestas están basadas en el respecto a las leyes y en defensa del salario y las condiciones de trabajo y bajo ningún punto de vista pueden ser consideradas irracionales como sí lo son las de las cámaras empresarias.